Había una vez un pez… ¿Quieres que te lo cuente otra vez?

Los cuentos de nunca acabar, pese a su brevedad, aún en mi memoria tendieron a acortarse más. Como aquel del Rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las tapó con pez… ¿quieres que te lo cuente otra vez?…Las mías, mis hijas, quizás también por...